Tras una breve revisión de lo que se puede o se debe entender por ADOPTAR como una forma de HACER PROPIO LO AJENO y de comprobar que la adopción es algo mucho más cotidiano de lo que somos conscientes, porque en ocasiones al hablar de adopción nos referimos a situaciones de hecho más que a una cuestión jurídica.
Al trabajar con esta definición de adopción he recordado cómo uno de los técnicos del Instituto Madrileño del Menor y la Familia, les explicaba a las personas convocadas en las dependencias del IMMF para asistir a una reunión informativa sobre adopción que adoptar es: HACER PROPIO AL HIJ@ DE OTROS. Y también me ha venido a la memoria cómo la mayoría de aquellas personas al oir estas palabras se removían en la silla, algunas miraban al techo, otras al suelo y muchas a sus acompañantes y ponían cara de circunstancias, sólo algunas sonreían, con cierta complicidad entre ellos y con aceptación de lo que acababan de escuchar y entendían. Es cierto que algunas de esas personas tenían una simple curiosidad y barajaban la posibilidad de ser padres/madres a través de la adopción, otras tenían tomada la decisión y estaban ya convencidas y dispuestas a ser padres/madres por esa vía, es decir, que había gente que ya se había informado y mucho y otra gente que ese era su primer contacto con la realidad de la adopción, por encima de creencias, mitos y fantasías.
He odio decir muchas veces que los técnicos de las Entidades Públicas de Protección de Menores son muy duros y su intención en estas charlas informativas es desmotivar a la gente que se acerca a la adopción como una opción de maternidad/paternidad.
Yo que he sido testigo de varias de estas charlas, tengo que decir, que más que dureza he visto y escuchado realidad y evidencia, a fin de evitar fantasías que pueden hacer que se ofrezcan para adoptar personas que realmente puede que no sean aptas para este tipo de maternidad/paternidad. Y es que a todos nos molesta que venga alguien a cuestionarnos en nuestra actitud y en nuestra aptitud, que nos haga pensar y reflexionar, por encima de nuestros sentimientos.
Y después de esta larga introducción, paso ahora a revisar el primero de los conceptos: los orígenes, de qué estamos hablando cuando nos referimos a los orígenes, los de todos y cada uno de nosotros, de los seres humanos en general.
I.1.1.-¿QUÉ SON LOS ORÍGENES?
Los orígenes
son un conjunto de datos y circunstancias, que en parte contribuirán a la definición
de cada uno de nosotros como seres humanos, como personas, es decir, que van a
tener algo que ver en quiénes somos, porque sabiendo de dónde venimos, podremos intuir hacia dónde
vamos, y además podremos saber de quién somos, a qué grupo pertenecemos y por
qué.
Cuando digo
que los orígenes contribuyen en parte a la definición de cada uno de nosotros
como ser humano, como persona, lo hago sin ser capaz de saber cuánta es esa
parte, ya que hay quien opina que estamos determinados por nuestra genética por
lo menos en un cincuenta por ciento (50%), hay quien opina que el ambiente es
igual o más determinante que la genética, así pues, mientras que no se sepa a
ciencia cierta cual es la importancia real de nuestros orígenes en el resultado
final de nuestra persona, yo diré que contribuyen en parte, porque además como
se verá más adelante, en mi visión de los orígenes, la genética es sólo una
parte de los mismos
Los datos que forman parte de los orígenes
los podemos diferenciar en tres grupos:
Por un lado
los datos “civiles”, es decir, los
que tiene acceso al registro civil, a la inscripción de nacimiento de una
persona, estos son: nombre y apellidos, lugar, fecha y hora de nacimiento,
sexo, nacionalidad; datos de los progenitores: nombres, apellidos, edades,
domicilio, estado civil, nombres de sus padres, en su caso fecha y lugar del
matrimonio, en su caso nombre de quién atendió el parto, en su caso nombre de
quién conoce el hecho del parto o de la exposición (abandono); posteriores al
nacimiento, pero que se anotan en la misma hoja de la inscripción de nacimiento
son datos civiles relevantes: en su caso la constitución de una tutela
administrativa u ordinaria, en su caso la constitución de la adopción, en su
caso declaración de incapacidad.
Por otro lado
los datos “médicos”, es decir, los
que se incorporan al historial médico de una persona, desde el parte de
alumbramiento, en su caso, estos son: sexo, tiempo de gestación, tipo de parto,
peso, talla, perímetro craneal, test de
Apgar, antecedentes familiares; enfermedades leves, graves, o hereditarias;
alergias; adicciones; intervenciones quirúrgicas; tratamientos…
Y por último
los datos “genéticos”, es decir,
aquellos rasgos físicos y psíquicos que determinan nuestra apariencia externa y
nuestros gustos, habilidades, comportamientos: color de piel (raza), estatura,
complexión, color de pelo y forma (liso, rizado) color de ojos y forma
(rasgados), forma de la nariz, forma de los labios, etc…., gusto por la música,
las actividades intelectuales, físicas, deportivas, las “ciencias” o las
“letras”, las actividades plásticas, etc..
Las circunstancias que forman parte de los
orígenes también las podemos separar en tres
grupos:
Por un lado
los relativos a la concepción, es
decir qué propició que fuésemos concebidos: un acto consentido o sin
consentimiento, la voluntad, el azar, un accidente o descuido, el amor, la
costumbre, el engaño, la violencia, el fallo de un método anticonceptivo, el
desconocimiento, la prostitución, el incesto, el adulterio; la utilización de
métodos de reproducción asistida, inseminación artificial, fecundación
in-vitro, con células propias o ajenas.
Por otro lado
los relativos a la gestación es
decir, cómo pasamos el embarazo: cuantas semanas duró la gestación, cuántas en
el cuerpo de una mujer, cuántas fuera, bien antes en una probeta o bien después
en una incubadora, estuvimos controlados y atendidos, o no recibimos atención o
incluso sufrimos daños derivados de enfermedades o lesiones sufridas durante el
embarazo, consumos de sustancias o en el momento del parto: diabetes,
hipertensión, toxoplasmosis, golpes,
accidentes, intervenciones quirúrgicas, alcoholismo, drogadicción, infecciones,
VIH, sífilis, etc… .
Por último los
relativos al nacimiento, es decir, cómo
y dónde fue: con o sin atención sanitaria, en un centro sanitario, en una casa,
en la calle, en un vehículo, en el campo, etc…, natural o por cesárea, con o
sin anestesia, con o sin instrumental tipo forceps, palas o ventosa, hubo o no
sufrimiento fetal, estuvimos monitorizados, etc…
Repito
nuestros orígenes, es decir, la combinación de nuestros datos civiles, médicos, y genéticos
(ADN) y las circunstancias de
nuestra concepción, gestación y nacimiento,
van a ser uno de los
componentes de nuestra personalidad, van a tener algo que ver, que no a
determinar, en nuestra apariencia externa y nuestra forma de ser y puede que
hasta de comportarnos.
Al volver a leer este apartado recuerdo cada uno de mis embarazos, mis partos, las inscripciones de nacimiento de cada uno de mis tres (3) hijos y tomo conciencia de las diferencias que hay entre sus respectivos datos y circunstancias, curiosamente no tienen entre ellos los mismos datos civiles, ni médicos, ni genéticos. Sí son hermanos, sí se parecen, pero son tan diferentes por dentro y por fuera; y por supuesto las circunstancias de concepción, gestación y nacimiento también se parecen poco....bueno lo que tienen en común es que los embarazos de los tres se acabaron en la semana 37 y a todos los parí sin anestesia epidural....y no porque sea una valiente, sino por todo lo contrario, por tener pánico a las agujas y sólo pensar que me pudiesen meter una en la columna me dan ganas de salir corriendo.
Lo que tengo claro es que si la mayoría de nosotros nos paramos a pensar en nuestros datos y circunstancias nos llevaríamos más de una sorpresa, incluso alguno se ruborizaría. Y es que cuántos de nosotros podemos afirmar que somos fruto del amor incondicional de nuestros progenitores, que fuimos pensados y buscados....o por contra cuantos de nosotros fuimos un mero accidente y que aunque no fuimos pensados ni buscados, si fuimos aceptados...o no.
Estoy segura de que la mayoría de los seres humanos somos concebidos por casualidad, algunos aceptados y bienvenidos y otros sin embargo rechazados y maltratados.
Y es que no somos conscientes de la importancia de nuestra concepción y nuestra bienvenida o rechazo, hasta que vemos las consecuencias de ello en la crianza y en la creación o ruptura de los vínculos con nuestros padres originarios u otros adultos que se hagan cargo de nosotros.